El DNA, el código genético y su traducción
Por muchos años, la genética clásica se dedicó a estudiar los mecanismos de la herencia, a dilucidar la manera en que las unidades hereditarias pasan de una generación a la siguiente y a investigar cómo los cambios en el material hereditario se expresan en los organismos individuales. En la década de 1930, surgieron nuevas preguntas y los genetistas comenzaron a explorar la naturaleza del gen, su estructura, composición y propiedades.
A comienzos de la década de 1940, ya no quedaban dudas sobre la existencia de los genes ni sobre el hecho de que estuviesen en los cromosomas. Ciertos científicos pensaban que si se llegaba a comprender la estructura química de los cromosomas, entonces se podría llegar a comprender su funcionamiento como portadores de la información genética. Los primeros análisis químicos del material hereditario mostraron que el cromosoma eucariótico está formado por ácido desoxirribonucleico (DNA) y proteínas, en cantidades aproximadamente iguales. Antes de conocerse cuál era, tanto el DNA como las proteínas eran buenos candidatos para ser la molécula portadora del material genético. Esta línea de pensamiento marcó el comienzo de la vasta gama de investigaciones que conocemos como genética molecular.
Ya avanzada la década de 1940, algunos investigadores llegaron a una conclusión importante: el material hereditario podía ser el ácido desoxirribonucleico (DNA).
En 1953, los científicos Watson y Crick reunieron datos provenientes de diferentes estudios acerca del DNA. Sobre el análisis de esos datos, Watson y Crick postularon un modelo para la estructura del DNA y fueron capaces de deducir que el DNA es una doble hélice, entrelazada y sumamente larga.
Una propiedad esencial del material genético es su capacidad para hacer copias exactas de sí mismo. Watson y Crick supusieron que debía haber alguna forma en que las moléculas de DNA pudiesen replicarse rápidamente y con gran precisión, de modo que les fuese posible pasar copias fieles de célula a célula y del progenitor a la descendencia, generación tras generación. Watson y Crick propusieron un mecanismo para la replicación del DNA. Dedujeron que la molécula de DNA se replica mediante un proceso semiconservativo en el que se conserva la mitad de la molécula.El modelo de Watson y Crick mostró de qué manera se podía almacenar la información en la molécula de DNA.
A medida que avanzaban los años, en la década de 1940, los biólogos comenzaron a notar que todas las actividades bioquímicas de la célula viva dependen de ciertas proteínas diferentes y específicas, las enzimas y que incluso la síntesis de enzimas depende de enzimas. Más aun, se estaba haciendo claro que la especificidad de las diferentes enzimas es el resultado de la estructura primaria de estas proteínas, es decir, de la secuencia lineal de aminoácidos que forman la molécula y que, a su vez, determina mayormente su estructura tridimensional. Se comprobó que las proteínas tenían una participación fundamental en todos los procesos bioquímicos y esto promovió la realización de estudios posteriores. Así, se demostró cuál es la relación existe una relación entre genes y proteínas.
Como resultado de los estudios realizados para dilucidar la relación entre DNA y proteínas hubo un acuerdo general en que la molécula de DNA contiene instrucciones codificadas para las estructuras y las funciones biológicas. Además, estas instrucciones son llevadas a cabo por las proteínas, que también contienen un "lenguaje" biológico altamente específico. La cuestión entonces se convirtió en un problema de traducción: ¿de qué manera el orden de los nucleótidos en el DNA especifica la secuencia de aminoácidos en una molécula de proteína? La búsqueda de la respuesta a esta pregunta llevó a una importante conclusión: el ácido ribonucleico (RNA) era un buen candidato para desempeñar un papel en la traducción de la información.
Como se descubrió posteriormente, no hay una, sino tres clases de RNA que desempeñan funciones distintas como intermediarios en los pasos que llevan del DNA a las proteínas: el RNA mensajero (mRNA), el RNA de transferencia (tRNa) y el RNA ribosomal (rRNA). Los científicos de muchas disciplinas se abocaron a investigaciones dedicadas a estudiar la correspondencia entre el lenguaje de nucleótidos en el DNA y el lenguaje de aminoácidos en las proteínas. Así, finalmente se dilucidó el código genético. Una vez conocido el código genético, se pudo centrar la atención en el problema de cómo la información codificada en el DNA y transcripta en el mRNA es luego traducida a la secuencia específica de aminoácidos en las proteínas. De esta manera, se establecieron los principios básicos de la síntesis de proteínas. Estos principios son los mismos en las células eucarióticas y en las procarióticas, pero hay algunas diferencias en la localización de los procesos, además de algunos detalles.
Hace casi 90 años, De Vries definió la mutación en función de características que aparecen en el fenotipo. A la luz del conocimiento actual, la definición de mutación es algo diferente a la propuesta por de Vries: una mutación es un cambio en la secuencia o número de nucleótidos en el DNA de una célula.
En las décadas transcurridas desde que fue descifrado el código genético, se han examinado el DNA y las proteínas de muchos organismos. La evidencia actual es abrumadora: el código genético es el mismo para virtualmente todos los seres vivos, es decir, es universal. Sin embargo, recientemente se han encontrado algunas pocas excepciones interesantes. El origen del código es el problema de la biología evolutiva que nos deja más perplejos. La maquinaria de traducción es tan compleja, tan universal y tan esencial que es difícil imaginar cómo pudo haber surgido o cómo la vida puede haber existido sin ella.
¿DNA o proteínas?
Los cromosomas, al igual que todos los otros componentes de una célula viva, están formados por átomos organizados en moléculas. Ciertos científicos pensaron que resultaba imposible comprender la complejidad de la herencia basándose en la estructura de compuestos químicos "sin vida". Los primeros análisis químicos del material hereditario mostraron que el cromosoma eucariótico está formado por ácido desoxirribonucleico (DNA) y proteínas, en cantidades aproximadamente iguales. Por consiguiente, ambos eran candidatos para desempeñar el papel de material genético. Las proteínas parecían ser la elección más probable por su mayor complejidad química. Las proteínas son polímeros de aminoácidos, de los que existen 20 tipos diferentes en las células vivas. Por contraste, el DNA es un polímero formado sólo por cuatro tipos diferentes de nucleótidos.
Hasta la década de 1940, muchos biólogos teóricos se apresuraron en señalar que los aminoácidos, cuyo número era tan llamativamente cercano al número de letras de nuestro alfabeto, podían disponerse en una variedad de formas distintas; creían que los aminoácidos constituían un lenguaje, "el lenguaje de la vida", que deletreaba las instrucciones para las numerosas actividades de la célula. Muchos investigadores prominentes, en particular los que habían estudiado proteínas, creían que los genes mismos eran proteínas. Pensaban que los cromosomas contenían modelos maestros de todas las proteínas que podría necesitar la célula y que las enzimas y otras proteínas activas durante la vida celular eran copiadas de estos modelos maestros. Esta era una hipótesis lógica pero, según se vio posteriormente, errónea.
Los aminoácidos contienen un grupo amino (-NH2) y un grupo carboxilo (-COOH) unidos a un átomo de carbono central. Un átomo de hidrógeno y un grupo lateral están también unidos al mismo átomo de carbono. Esta estructura básica es idéntica en todos los aminoácidos. La "R" indica el grupo lateral, que es diferente en cada tipo de aminoácido. Los veinte aminoácidos que pueden constituir las proteínas. Como puede verse, la estructura esencial es la misma en las veinte moléculas, pero los grupos laterales difieren. Estos grupos pueden ser no polares (sin diferencia de carga entre distintas zonas del grupo), polares pero con cargas balanceadas de modo tal que el grupo lateral en conjunto es neutro, o cargados, negativa o positivamente. Los grupos laterales no polares no son solubles en agua, mientras que los grupos laterales polares y cargados son solubles en agua.
El ácido desoxirribonucleico (DNA): el material hereditario
Una evidencia importante del papel del DNA como portador de la información genética, aunque no aceptada generalmente, fue aportada por Frederick Griffith, un bacteriólogo de salud pública de Inglaterra. Griffith estaba estudiando la posibilidad de desarrollar vacunas contra Streptococcus pneumoniae, un tipo de bacteria que causa una forma de neumonía. Como sabía Griffith, estas bacterias, llamadas comúnmente neumococos, poseían formas virulentas -causantes de la enfermedad- y formas no virulentas, o inocuas. Las virulentas estaban cubiertas por una cápsula de polisacáridos y las no virulentas carecían de cápsula. La producción de la cápsula y su constitución son determinadas genéticamente, es decir, son propiedades hereditarias de las bacterias.
El descubrimiento de la sustancia que puede transmitir características genéticas de una célula a otra resultó de los estudios con neumococos, las bacterias que causan la neumonía. Una cepa de estas bacterias tiene cápsulas de polisacáridos (cubiertas externas protectoras), y otra no. La capacidad para fabricar cápsulas y causar la enfermedad es una característica heredada que pasa de una generación bacteriana a otra, cuando las células se dividen.
Griffith realizó un experimento con neumococos en el que primero (a) inyectó neumococos vivos encapsulados a ratones y éstos murieron. En este caso (b) la cepa no encapsulada no produjo infección. Si las bacterias encapsuladas eran muertas por la aplicación de calor antes de la inyección (c), tampoco producían infección. Si las bacterias encapsuladas muertas por calor se mezclaban con bacterias vivas no encapsuladas, y la mezcla se inyectaba a los ratones (d), éstos morían. Griffith tomó muestras de sangre de los ratones muertos y las analizó (e). Los resultados revelaron la existencia de neumococos encapsulados vivos.
"Algo" se había transferido de las bacterias muertas a las vivas que las dotaba de la capacidad para formar cápsulas de polisacáridos y causar neumonía. Este "algo" fue aislado; luego se encontró que era DNA.
En 1940, los microbiólogos Max Delbrück y Salvador Luria iniciaron una serie de estudios sobre el papel del DNA usando un grupo de virus que atacan a las células bacterianas: los bacteriófagos ("comedores de bacterias") o fagos, para abreviar. Cada tipo conocido de célula bacteriana es atacado por un tipo particular de virus bacteriano y, a su vez, muchas bacterias son hospedadores de muchos tipos diferentes de virus. Veinticinco minutos después de que un solo virus infectaba una célula bacteriana, esa célula estallaba, liberando una centena o más de virus nuevos, todos copias exactas del original. Otra ventaja (que no se descubrió hasta después de comenzada la investigación) fue que este grupo de bacteriófagos tiene una forma altamente distintiva que permite identificarlos fácilmente con el microscopio electrónico.
El análisis químico de los bacteriófagos reveló que consisten sencillamente en DNA y proteína, los dos contendientes prominentes que se disputaban, en ese momento, el papel de portador del material genético. La simplicidad química del bacteriófago ofreció a los genetistas una oportunidad notable. Los genes virales, el material hereditario que dirige la síntesis de nuevos virus dentro de las células bacterianas, debían ser llevados o bien por la proteína o bien por el DNA. Si podía determinarse cuál de los dos contenía la información genética, entonces podía conocerse la identidad química del gen.
Los científicos Hershey y Chase demostraron mediante un memorable experimento que la proteína es sólo un "envase" para el DNA del bacteriófago. Es el DNA del bacteriófago el que penetra en la célula y lleva el mensaje hereditario completo de la partícula viral, dirigiendo la formación de nuevo DNA viral y de las nuevas proteínas virales.
a) Luego de obtener los dos tipos de virus (unos con el DNA marcado con fósforo y otros con las proteínas marcadas con azufre) los científicos infectaron cultivos de bacterias con ambos tipos de fagos marcados. Una vez infectadas (b), las células se incubaron en un agitador (c) y luego fueron centrifugadas para separarlas de cualquier material viral que permaneciera fuera de las células(d). Las dos muestras, la que contenía material extracelular y la que contenía material intracelular, se analizaron luego en busca de radiactividad. Hershey y Chase encontraron que el 35S había permanecido fuera de las células bacterianas, en las cubiertas virales vacías, y que el 32P había entrado a las células, las había infectado y había causado la producción de nueva progenie viral. Por consiguiente, se concluyó que el material genético del virus era el DNA y no la proteína.
El apoyo al papel del DNA como material genético procedió también de otros datos adicionales: 1) Casi todas las células somáticas de cualquier especie dada contienen cantidades iguales de DNA, y 2) Las proporciones de bases nitrogenadas son las mismas en el DNA de todas las células de una especie dada, pero varían en diferentes especies.
LA REPLICACION DEL DNA
La replicación del DNA comienza en una secuencia de nucleótidos particular en el cromosoma: el origen de la replicación. Ocurre bidireccionalmente por medio de dos horquillas de replicación que se mueven en direcciones opuestas. Las enzimas helicasas desenrollan la doble hélice en cada horquilla de replicación y proteínas de unión a cadena simple estabilizan las cadenas separadas. Otras enzimas, las topoisomerasas, relajan el superenrollamiento de la hélice, ya que cortan las cadenas por delante de las horquillas de replicación y luego las vuelven a unir.
Para que pueda comenzar la replicación se necesita una secuencia de cebador de RNA -sinetizado por la enzima RNA primasa-, con sus bases correctamente apareadas con la cadena molde. La adición de nucleótidos de DNA a la cadena es catalizada por las DNA polimerasas. Estas enzimas sintetizan nuevas cadenas sólo en la dirección 5' a 3', añadiendo nucleótidos uno a uno al extremo 3' de la cadena creciente.
La replicación de la cadena adelantada es continua, pero la replicación de la cadena rezagada es discontinua. En la cadena rezagada, fragmentos de Okazaki se sintetizan en la dirección 5' a 3'. La enzima DNA ligasa une fragmentos de Okazaki contiguos. En el proceso de replicación del DNA se pierden nucleótidos en los extremos de las moléculas de DNA lineales. En algunas células eucarióticas, esta pérdida es compensada por la actividad de la enzima telomerasa.
En el curso de la síntesis de DNA, la DNA polimerasa corrige los errores, retrocediendo cuando es necesario para eliminar nucleótidos que no estén correctamente apareados con la cadena molde. Otros errores en el DNA ocurren en forma independiente del proceso de replicación y son usualmente reparados por distintos mecanismos.
Los nucleótidos, antes de ser incorporados a las cadenas crecientes de DNA, se encuentran en forma de trifosfatos. La energía requerida para impulsar la replicación proviene de la eliminación de dos fosfatos "supernumerarios" y la degradación del enlace P ~ P.
Meselson y Stahl realizaron un experimento en el que comprobaron que: a) El DNA liviano normal forma una banda ubicada en un lugar preciso cuando se ultracentrifuga en un gradiente de densidad de cloruro de cesio. b) Células de E. coli cultivadas en un medio con nitrógeno pesado (15N) acumulan un DNA pesado que, al ser centrifugado en un gradiente de densidad, forma una banda separada y distinta. c) Cuando se centrifuga una mezcla de DNA pesado y liviano en un gradiente de densidad de cloruro de cesio, los dos tipos de DNA se separan en bandas distintas. d) Cuando las células que fueron cultivadas en un medio con nitrógeno pesado (15N) se multiplican durante una generación en un medio con nitrógeno liviano común (14N), el DNA de las células hijas forma una banda en el gradiente de densidad de cloruro de cesio que se localiza a mitad de camino entre las bandas de DNA pesado y DNA liviano. e) Cuando las células que contienen DNA pesado se cultivan durante dos generaciones en el medio con 14N, el DNA de las células hijas forma dos bandas en el gradiente de densidad: una banda de DNA liviano y una banda de DNA semipesado. La columna de la derecha muestra las interpretaciones de los investigadores. Como se puede ver, este experimento confirmó la hipótesis de Watson y Crick acerca de que la replicación es semiconservativa.
Las dos cadenas de la doble hélice de DNA se separan y sirven como moldes para la síntesis de nuevas cadenas complementarias. Las helicasas, enzimas que operan en las horquillas de replicación, separan las dos cadenas de la doble hélice original. Las topoisomerasas, evitan el superenrollamiento, catalizando la formación y resellado de cortes en una o ambas cadenas delante de las horquillas de replicación. Las proteínas de unión a cadena simple estabilizan las cadenas abiertas.
La DNA polimerasa cataliza la adición de nucleótidos a ambas cadenas operando sólo en dirección 5' a 3'. Para comenzar a añadir nucleótidos, esta enzima requiere la presencia de un cebador de RNA, unido por puentes de hidrógeno a la cadena molde que es luego reemplazado por nucleótidos de DNA. El cebador de RNA es sintetizado por la RNA primasa.
La cadena adelantada se sintetiza en la dirección 5' a 3' en forma continua. En este caso, el único cebador de RNA está situado en el origen de replicación, que no es visible en este esquema. La cadena rezagada también se sintetiza en la dirección 5' a 3', a pesar de que esta dirección es opuesta a la del movimiento de la horquilla de replicación. El problema se resuelve mediante la síntesis discontinua de una serie de fragmentos, los fragmentos de Okazaki. Cuando un fragmento de Okazaki ha crecido lo suficiente como para encontrar a un cebador de RNA por delante de él, otra DNA polimerasa reemplaza a los nucleótidos de RNA del cebador con nucleótidos de DNA. Luego, la DNA ligasa conecta cada fragmento con el fragmento contiguo recién sintetizado en la cadena.
EL DNA COMO PORTADOR DE INFORMACION
El DNA de una sola célula humana que, si se extendiera en una hebra única mediría casi 2 metros de largo, puede contener una información equivalente a unas 600.000 páginas impresas de 500 palabras cada una, o a una biblioteca de aproximadamente 1.000 libros.
Sin duda, la estructura del DNA puede dar cuenta de la enorme diversidad de los seres vivos. La información se encuentra en la secuencia de bases nitrogenadas y cualquier secuencia de bases es posible. Dado que el número de pares de bases es de aproximadamente 5.000 en el virus más simple conocido, hasta una estimación de 5.000 millones en los 46 cromosomas humanos, el número de variaciones posibles es astronómico.
La replicación de los cromosomas eucarióticos se inicia en orígenes múltiples. Cada burbuja de replicación individual se extiende hasta que finalmente se encuentra con otra y ambas se unen. En esta fotomicrografía electrónica de una célula embrionaria de Drosophila melanogaster, los centros de las burbujas de replicación están indicados con flechas.
Del DNA a la proteína: el papel del RNA
Las moléculas de mRNA son largas copias (o transcriptos) de secuencias de DNA -de 500 a 10.000 nucleótidos- y de cadena simple pero, a diferencia de las moléculas de DNA, las de RNA se encuentran en su mayoría como moléculas de cadena única. Cada nueva molécula de mRNA se copia -o transcribe- de una de las dos cadenas de DNA (la cadena molde) según el mismo principio de apareamiento de bases que gobierna la replicación del DNA. A1 igual que una cadena de DNA, cada molécula de RNA tiene un extremo 5' y un extremo 3'. Como en la síntesis del DNA, los ribonucleótidos, que están presentes en la célula como trifosfatos, se añaden uno por vez al extremo 3' de la cadena en crecimiento de RNA. El proceso, conocido como transcripción, es catalizado por la enzima RNA polimerasa. Esta enzima opera de la misma forma que la DNA polimerasa, moviéndose en dirección 3' a 5' a lo largo de la cadena molde de DNA, sintetizando una nueva cadena complementaria de nucleótidos -en este caso de ribonucleótidos- en la dirección 5' a 3'. Así, la cadena de mRNA es antiparalela a la cadena molde de DNA de la cual es transcripta.
La RNA polimerasa, a diferencia de la DNA polimerasa, no requiere cebador para comenzar la síntesis de RNA, ya que es capaz de iniciar una nueva cadena uniendo dos ribonucleótidos. En procariotas, hay un único tipo de RNA polimerasa que, en realidad, es un gran complejo multienzimático asociado con varias proteínas que participan en diferentes momentos de la transcripción. Cuando va a iniciar la transcripción, la RNA polimerasa se une al DNA en una secuencia específica denominada secuencia promotora o promotor; abre la doble hélice en una pequeña región y, así, quedan expuestos los nucleótidos de una secuencia corta de DNA. Luego, la enzima va añadiendo ribonucleótidos, moviéndose a lo largo de la cadena molde, desenrollando la hélice y exponiendo así nuevas regiones con las que se aparearán los ribonucleótidos complementarios. El proceso de elongación de la nueva cadena de mRNA continúa hasta que la enzima encuentra otra secuencia especial en el transcripto naciente, la señal de terminación. En este momento, la polimerasa se detiene y libera a la cadena de DNA molde y a la recién sintetizada cadena de mRNA.
El proceso de transcripción del mRNA descripto para procariotas es similar en eucariotas, aunque presenta algunas diferencias importantes. Entre ellas, se puede mencionar que, si bien en procariotas las moléculas de mRNA se producen directamente por transcripción del DNA, en eucariotas superiores, la mayor parte de los transcriptos sufren un procesamiento posterior a la transcripción -llamado splicing del RNA- antes de dejar el núcleo e ingresar al citoplasma.
El RNA mensajero transcripto a partir del DNA es, entonces, la copia activa de la información genética. Incorporando las instrucciones codificadas en el DNA, el mRNA dicta la secuencia de aminoácidos en las proteínas.
Químicamente, el RNA es muy semejante al DNA, pero hay dos diferencias en sus nucleótidos. a) Una diferencia es el azúcar que lo compone. En lugar de desoxirribosa, el RNA contiene ribosa, en la cual el grupo hidroxilo reemplaza a un hidrógeno en el carbono 2'. b) La otra diferencia es que, en lugar de timina, el RNA contiene una pirimidina íntimamente relacionada con ésta, el uracilo (U). El uracilo, al igual que la timina, se aparea sólo con la adenina. Una tercera y muy importante diferencia entre los dos ácidos nucleicos es que, en la mayoría de los casos, el RNA se encuentra como cadena simple y no forma una estructura helicoidal regular como el DNA. A pesar de esto, como veremos más adelante, algunas moléculas de RNA presentan estructura secundaria, es decir, ciertas zonas de la molécula pueden formar bucles o encontrarse como doble cadena, por apareamiento de bases dentro de la misma molecula.
En el punto de unión de la enzima RNA polimerasa, la doble hélice de DNA se abre y, a medida que la RNA polimerasa se mueve a lo largo de la molécula de DNA, se separan las dos cadenas de la molécula. Los ribonucleótidos, que constituyen los bloques estructurales, se ensamblan en la dirección 5' a 3' a medida que la enzima lee la cadena molde de DNA en la dirección 3' a 5'. Nótese que la cadena de RNA recién sintetizada es complementaria, no idéntica, a la cadena molde a partir de la cual se transcribe; su secuencia, sin embargo, es idéntica a la cadena inactiva de DNA (no transcripta), excepto en lo que respecta al reemplazo de timina (T) por uracilo (U). El RNA recién sintetizado se separa de la cadena molde de DNA.
codigo genetico
El código genético consiste en el sistema de tripletes de nucleótidos en el RNA -copiado a partir de DNA- que especifica el orden de los aminoácidos en una proteína.
Las proteínas contienen 20 aminoácidos diferentes, pero el DNA y el RNA contienen, cada uno, sólo cuatro nucleótidos diferentes. Si un solo nucleótido "codificara" un aminoácido, entonces sólo cuatro aminoácidos podían ser especificados por las cuatro bases nitrogenadas. Si dos nucleótidos especificaran un aminoácido, entonces podría haber, usando todos los arreglos posibles, un número máximo de 4 x 4, o sea 16 aminoácidos, lo cual es insuficiente para codificar los veinte aminoácidos. Por lo tanto, por lo menos tres nucleótidos en secuencia deben especificar cada aminoácido. Esto resulta en 4 x 4 x 4, o sea, 64 combinaciones posibles -los codones §- lo cual, claramente, es más que suficiente.
El código de tres nucleótidos, o código de tripletes, fue ampliamente adoptado como hipótesis de trabajo. Sin embargo, su existencia no fue realmente demostrada hasta que el código fue finalmente descifrado, una década después que Watson y Crick presentaran por primera vez su modelo de la estructura del DNA.
El código genético consiste en 64 combinaciones de tripletes (codones) y sus aminoácidos correspondientes. Los codones que se muestran aquí son los que puede presentar la molécula de mRNA. De los 64 codones, 6l especifican aminoácidos particulares. Los otros 3 codones son señales de detención, que determinan la finalización de la cadena. Dado que los 61 tripletes codifican para 20 aminoácidos, hay "sinónimos" como, por ejemplo, los 6 codones diferentes para la leucina.
La mayoría de los sinónimos, como se puede ver, difieren solamente en el tercer nucleótido. Sin embargo, la afirmación inversa no es válida: cada codón especifica solamente un aminoácido.
LA SINTESIS DE LAS PROTEINAS
La síntesis de proteínas ocurre en los ribosomas que consisten en dos subunidades, una grande y una pequeña, cada una formada por rRNA y proteínas específicas. Para la síntesis de proteínas, también se requiere de moléculas de tRNA, que están plegadas en una estructura secundaria con forma de hoja de trébol. Estas moléculas pequeñas pueden llevar un aminoácido en un extremo y tienen un triplete de bases, el anticodón, en un asa central, en el extremo opuesto de la molécula. La molécula de tRNA es el adaptador que aparea el aminoácido correcto con cada codón de mRNA durante la síntesis de proteínas. Hay al menos un tipo de molécula de tRNA para cada tipo de aminoácido presente en las células. Las enzimas conocidas como aminoacil-tRNA sintetasas catalizan la unión de cada aminoácido a su molécula de tRNA específica.
En E. coli y otros procariotas, aun cuando el extremo 3' de una cadena de mRNA está siendo transcripto, se están uniendo ribosomas cerca de su extremo 5'. En el lugar donde la cadena de mRNA está en contacto con un ribosoma, se unen tRNAs temporalmente a la cadena de mRNA. Esta unión ocurre por apareamiento de bases complementarias entre el codón de mRNA y el anticodón de tRNA. Cada molécula de tRNA lleva el aminoácido específico requerido por el codón de mRNA, al cual se une el tRNA. Así, siguiendo la secuencia dictada originalmente por el DNA, las unidades de aminoácidos son alineadas una tras otra y, a medida que se forman los enlaces peptídicos entre ellas, se unen en una cadena polipeptídica.
Esquema general del flujo de información en procariotas y eucariotas: a) En procariotas, el RNA se transcribe a partir de una molécula de DNA circular y, a medida que ocurre la transcripción, se produce la traducción en el mismo compartimiento. b) En eucariotas, la transcripción ocurre en el núcleo y el RNA, luego de sufrir un procesamiento, se dirige al citoplasma donde se produce la síntesis de proteínas. Como se vio en el capítulo 5, algunas proteínas son sintetizadas en los ribosomas libres y otras en los que están adheridos al retículo endoplásmico.
La síntesis de proteínas ocurre en varias etapas: a) Iniciación. La subunidad ribosómica más pequeña se une al extremo 5' de una molécula de mRNA. La primera molécula de tRNA, que lleva el aminoácido modificado fMet, se acopla con el codón iniciador AUG de la molécula de mRNA. La subunidad ribosómica más grande se ubica en su lugar, el complejo tRNA-fMet ocupa el sitio P (peptídico). El sitio A (aminoacil) está vacante. El complejo de iniciación está completo ahora.
Un segundo tRNA, con su aminoácido unido, se coloca en el sitio A y su anticodón se acopla con el mRNA. Se forma un enlace peptídico entre los dos aminoácidos reunidos en el ribosoma. Al mismo tiempo, se rompe el enlace entre el primer aminoácido y su tRNA. El ribosoma se mueve a lo largo de la cadena de mRNA en una dirección 5' a 3', y el segundo tRNA, con el dipéptido unido, se mueve desde el sitio A al sitio P, a medida que el primer tRNA se desprende del ribosoma. Un tercer aminoacil-tRNA se coloca en el sitio A y se forma otro enlace peptídico. La cadena peptídica naciente siempre está unida al tRNA que se está moviendo del sitio A al sitio P y el tRNA entrante que lleva el siguiente aminoácido siempre ocupa el sitio A. Este paso se repite una y otra vez hasta que se completa el polipéptido.
Cuando el ribosoma alcanza un codón de terminación (en este ejemplo UGA), el polipéptido se escinde del último tRNA y el tRNA se desprende del sitio P. El sitio A es ocupado por un factor de liberación que produce la disociaciónA partir del DNA cromosómico se transcriben: diferentes moléculas de rRNA que, combinadas con proteínas específicas, forman los ribosomas; los diferentes tipos de moléculas de tRNA correspondientes a los distintos aminoácidos y los mRNA, que llevan la información para la secuencia de aminoácidos de las proteínas. Cuando un mRNA se une a la subunidad menor del ribosoma, comienza el proceso de síntesis de proteínas, que se describe en detalle en el texto.
REDEFINICION DE LAS MUTACIONES
las mutaciones se definen como cambios en la secuencia o en el número de nucleótidos en el ácido nucleico de una célula o de un organismo. Las mutaciones de punto pueden ocurrir en forma de sustituciones de un nucleótido por otro, deleciones o adiciones de nucleótidos. Las mutaciones que ocurren en los gametos -o en las células que originan gametos- se transmiten a generaciones futuras. Las mutaciones que ocurren en las células somáticas sólo se transmiten a las células hijas que se originan por mitosis y citocinesis.
Otros cambios en la secuencia de aminoácidos de una proteína pueden ser resultado de la deleción o la adición de nucleótidos dentro de un gen. Cuando esto ocurre, el marco de lectura del gen puede desplazarse. Esto, en general, da como resultado la síntesis de una proteína completamente nueva. Los "corrimientos del marco de lectura" casi invariablemente llevan a proteínas defectuosas.
La deleción o la adición de nucleótidos dentro de un gen lleva a cambios en la proteína producida. La molécula de DNA original, el mRNA transcripto a partir de ella y el polipéptido resultante se muestran en a). En b) vemos el efecto de la deleción de un par de nucleótidos (T-A), en donde indica la flecha. El marco de lectura del gen se altera y aparece una secuencia diferente de aminoácidos en el polipéptido. En c), la adición de un par de nucleótidos (C-G en rosa) da como resultado un cambio semejante.